sábado, 26 de agosto de 2017

Kyle, Emma y Katie Coble



Sus 3 hijos murieron en un accidente de tráfico, pero al año un milagro cambia todo y les da nueva esperanza de la vida.

Después del horrible accidente de tráfico la vida de la familia cambia por completo. Pero ellos se deciden por seguir luchando. Sólo un año después pasa algo milagroso que llena los corazones de los padres de amor.

Kyle estaba celebrando su quinto cumpleaños. Juntos con sus hermanas, Emma de 4 años y Katie de 2 años, su mamá Lori y la abuela Cindy, iban en camino a un parque de atracciones. A Kyle le encantaba el parque zoológico y la rueda de la fortuna. Todos estaban contentos y felices. Por la tarde se iban a regresar a la casa y empacaron el minubús. Había mucho tráfico y se quedaron parados por un buen rato. Lori se volteó y le hizo cosquillas a Katie en el pie. Esa iba ser la última vez que la iba ver reír.

De la nada viene un camión en alta velocidad y se choca con el minibús. Lori y la abuela quedan inconscientes. Los tre niños quedan gravemente heridos y los llevan al hospital.

Cuando el papá Chris recibe la llamada sale corriendo para el hospital. Pero es demasiado tarde. Emma y Katie ya se han muerto. Los padres siguen teniendo la esperanza que Kyle sobreviva. Pero el está tan herido que no va a sobrevivir. Con un dolor horrible tienen que desconectarlo a las maquinas. Los padres se sientan al lado de la cama y acompañan a Kyle el último momento. Chris pone su mano en el pecho de Kyle hasta que siente que ya no respira más.

La tragedia se vuelve real cuando ven a sus hijos, Katie, Emma y Kyle por última vez en el triste entierro.

Es casi que imposible para ellos vivir con esta tristeza. Lori y Chris viven en un sitio donde hay muchas familias. Cada vez que escuchan una sonrisa cierran todas las ventanas y se encierran en un cuarto en la casa. Durante Halloween se van de la casa para no tenerle que abrir la puerta a todos los niños. No son capaces de enfrentarlo.

Cuando están en la parte más oscura deciden no suicidarse. Aunque algunos días se siente como una alternativa, para evitar la tristeza y el dolor. Prometen nunca separarse.

Y también deciden hacer otra cosa. Tres meses después del accidente deciden tener más hijos. Todos el tiempo se han sentido y se describen como padres sin hijos. Ya no quieren sentir más así. Lori queda embarazada con ayuda de inseminación artificial. Sólo querían un hijo – pero se enteran que están esperando trillizos. Dos niñas y un niño. Exactamente como Emma, Katie y Kyle. Lo ven como un milagro.

Un años después de que perdieron a Kyle, Emma y Katie nacen los trillizos: Ashley, Elie och Jake. “Nunca pueden remplazar a Kyle, Emma y Katie. Pero ahora tenemos alegría en nuestra casa otra vez. Sentimos alegría en nuestros corazones. Ellos llenan nuestras vidas con amor, felicidad y risa”, dice Lori.

Los trillizos saben que han tenido tres hermanos. Las fotos de Kyle, Emma y Katie siguen en la casa. Ellos acostumbran ir al cementerio juntos. Porque en esta casa no hay sólo tres niños… Son 6. La familia nunca se va olvidar de Kyle, Emma y Katie.



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