domingo, 27 de noviembre de 2016

Patrick y Franklin



Este vagabundo pedía dinero para sacar a su mascota de la perrera y ocurrió el milagro.

Nada se compara a la alegría de ver a tu mascota feliz, porque es como un pequeño hijo del cual es difícil desprenderse. Pero si te imaginas en una situación económica difícil, en la que necesitaras buscar refugio y comida todos los días, tal vez lo pensarías antes de tener la responsabilidad de cuidar a una mascota.

Sin embargo Patrick, un vagabundo en Houston, Estados Unidos, demostró que las prioridades no cambian cuando eres amante de los perros. Así que hizo un letrero pidiendo ayuda para costear la cuota de su perro Franklin, el cual llevaba un par de días en la perrera.

Wilma Price, una mujer que caminaba por el estacionamiento de Walmart, miró su letrero y decidió ayudar a que este hombre se reuniera con su querido Franklin.

Después de su día intentando ayudar este hombre y su perro, compartió su experiencia en Facebook, junto con las imágenes que tomó de Patrick y su perro Franklin.

“Caminaba por el estacionamiento de Walmart y vi a un vagabundo sentado en la banqueta con un letrero que decía ‘mi perro está en la perrera, ayuda’. Nunca había leído esa señal antes. He leído: ‘necesito una cerveza’, ‘perdí mi trabajo’, pero nunca uno como este”.

Costaba 120 dólares la fianza en la perrera

Los dueños en la perrera le explicaron a Wilma que el precio por la estadía del perro había sido muy elevado debido a una cuota alimenticia que se cobró y a las inyecciones de tratamiento que se le aplicaron durante la estancia, ya que Franklin había llegado en estado de desnutrición. Al final, el cachorro estaba otra vez con buena salud y no presentaba signos de rabia, ni alguna otra enfermedad.

“Le pregunté cuánto dinero necesitaba para sacar a su perro de la perrera y dijo 120 dólares. Yo sólo traía 8 dólares, pero le dije que vería que podría hacer. Al principio llamé a la perrera para verificar que la historia del hombre fuera cierta y lo era; costaba 120 dólares la fianza”.

Ella buscó ayuda de amigos para sacar a Franklin

“Hablé con una amiga que podía ayudarnos, pero primero me pidió que le dijera todo lo que sabía de él, así que investigué. Su nombre es Patrick y tiene 30 años y dice haber pasado dos días en prisión luego de entrar a propiedad ajena; esa había sido la razón por la que la perrera se llevó su perro. Yo le dije a Patrick que, gracias a mi amiga, ya tenía todo el papeleo listo para sacar Franklin, así que fuimos juntos”.

Wilma estaba feliz de reunir a Patrick y Franklin

“Cuando salió, Franklin estaba temblando. Yo estaba tan feliz de ver a este hombre reunirse con su perro, que pensé que a veces hace falta buscar más en el fondo de tu corazón y darte cuenta de lo que es correcto. Este hombre ama a su perro: en su mochila él carga con un tazón y los juguetes del perro. Patrick ayuda a que Franklin sobreviva al mundo que hay allá afuera. Este hombre realmente estaba agradecido, y pude ver sus lágrimas cuando vio a su perro salir”.

Agradecido, Patrick ofreció su dinero a Wilma, pero ella no lo aceptó

“Todos hemos estado en una mala racha en nuestras vidas, por eso siempre hace falta pagar por adelantado, pues no sabes quien será la próxima persona que pueda ayudarte. Lo que sé es que este hombre ama a Franklin. Y aunque quiso darme el dinero que él había juntado, no pude aceptarlo. Tal vez con eso él tendría una buena cena el día de hoy. Al final me dijo que su perro come siempre primero que él. Dios bendiga a Patrick y Franklin esta noche”.

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